En el ciclismo moderno ya no basta con tener un FTP alto o destacar en esfuerzos cortos y explosivos. Cada vez más entrenadores y ciclistas hablan de un concepto clave para rendir mejor en entrenamientos y competiciones largas: la durabilidad. En este artículo te explicamos qué es la durabilidad en ciclismo, por qué es tan importante y, sobre todo, cómo entrenarla de forma eficaz.
¿Qué es la durabilidad en ciclismo?
La durabilidad se define como la capacidad del ciclista para mantener tu rendimiento fisiológico y mecánico a lo largo del tiempo, especialmente cuando aparece la fatiga. En otras palabras, no se trata solo de cuánta potencia puedes generar, sino de cuánta potencia puedes seguir produciendo después de varias horas de esfuerzo.
Un ciclista con buena durabilidad es capaz de:
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Mantener valores de potencia cercanos a tu FTP tras muchas horas de entrenamiento o competición
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Responder a cambios de ritmo en la parte final de una prueba
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Sostener una técnica de pedaleo eficiente pese a la fatiga
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Tomar mejores decisiones cuando el cansancio aparece
¿Por qué es tan importante entrenar la durabilidad?
La durabilidad es un factor decisivo en:
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Carreras de fondo y gran fondo
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Pruebas con mucho desnivel
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Entrenamientos y competiciones de más de 2–3 horas
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Finales de carrera exigentes
Además, mejorar la durabilidad permite:
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Retrasar la aparición de la fatiga
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Optimizar el uso de los sustratos energéticos
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Mantener una mejor economía de pedaleo
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Reducir el riesgo de “pájara” o bajones bruscos de rendimiento
¿De qué depende la durabilidad?
La durabilidad no es un único factor, sino el resultado de varios componentes:
1. Base aeróbica sólida
Un sistema aeróbico bien desarrollado permite sostener esfuerzos prolongados con menor coste energético.
2. Metabolismo eficiente
La capacidad de utilizar grasas como fuente de energía y ahorrar glucógeno es clave para rendir durante horas.
3. Resistencia muscular
Los músculos deben soportar miles de contracciones sin perder eficiencia.
4. Nutrición e hidratación
Una estrategia nutricional incorrecta puede arruinar incluso al ciclista mejor entrenado.
5. Economía de pedaleo
Una técnica eficiente reduce el gasto energético y mejora la durabilidad
Cómo entrenar la durabilidad en ciclismo
Entrenar la durabilidad exige un enfoque progresivo y específico, orientado a rendir bien cuando aparece la fatiga.
1. Entrenamientos largos a intensidad controlada
Las salidas largas en zona 2 son la base del trabajo de durabilidad. Mejoran la eficiencia aeróbica, la resistencia muscular y el uso de grasas.
Recomendación: 2–5 horas según el nivel, manteniendo una intensidad estable.
2. Calidad con fatiga acumulada
Introducir intervalos al final del entrenamiento es clave para simular situaciones reales de carrera:
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Umbral tras varias horas de rodaje
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Cambios de ritmo o subidas en la parte final
3. Sweet Spot, fuerza y nutrición
El trabajo prolongado en Sweet Spot o Tempo, combinado con entrenamiento de fuerza y una estrategia nutricional bien entrenada, permite sostener potencias altas durante más tiempo y retrasar la caída del rendimiento.
Una buena nutrición durante el esfuerzo marca la diferencia cuando la fatiga aparece y otros ciclistas empiezan a caer.
Conclusión
La durabilidad es uno de los factores más determinantes del rendimiento en ciclismo, especialmente en pruebas largas y exigentes. No se trata solo de ser fuerte, sino de seguir siendo fuerte cuando más cuesta.
Entrenar la durabilidad requiere tiempo, constancia y una planificación adecuada, pero sus beneficios se reflejan directamente en mejores resultados, mayor disfrute y una sensación de control incluso en los momentos más duros.
En Race Ready Cycling Training trabajamos la durabilidad como un pilar fundamental del entrenamiento moderno, adaptando cada plan a las necesidades reales del ciclista y a las demandas específicas de su disciplina.
Si quieres rendir mejor durante más tiempo, la durabilidad es el camino.
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